Después de tres meses de ausencia estoy de regreso en la Rep. Dominicana. Como tantos otros dominicanos y dominicanos por adopción que regresan al país la primera cosa que hice fue convidarme a mi misma a una fría de la primera estación de gasolina en el camino desde el aeropuerto a Santo Domingo.
Mi lado razonable intentaba recordarme que tomar cerveza no era la cosa más sabia después de casi 24 horas viajando con un estómago casi vacío, pero hay momentos en que mi juicio tiene que ser puesto en su lugar y ser firmemente ignorado. ¡Suena a cliché, ya sé! pero esa primera cerveza fue ¡oh, tan maravillosa!
En mis días primeros de regreso he saboreado varios de los placeres que extrañé durante mis meses de exilio. Esta mañana hice mi primer jarrón de jugo de chinola (excúseme mientras me sirvo otro vaso). Éste era uno de de mis rituales diarios aquí que tuve que renunciar totalmente mientras estaba en mis vacaciones anuales. Cualquier persona que ha visto lo que se vende como “fruta de la pasión” en un supermercado europeo entenderá porqué, y en cuanto al zumo de fruta preparado comercialmente, ni voy a hablar de eso.
Comenzamos el día de ayer con mi desayuno dominicano favorito: una rebanada de lechosa (papaya) y guineo, seguido por un café dominicano fuerte. Este año me place decir que mi café duró el tiempo que estuve ausente, gracias a mi marido que trajo más cuando él se nos unió a medias vacaciones. Una vez más recurro al cliché, pero hay algo extraordinariamente especial sobre el café dominicano en su hábitat natural, con todos los sonidos y sensaciones familiares de una mañana fresca de Santo Domingo, con los sonidos de la ciudad de fondo,momentos antes de que arribe el calor tropical.
Igual va para todos mis alimentos dominicanos favoritos. Hice arroz blanco, moro de habichuelas negras, camarones al coco y tostones mientras estaba ausente, y con éxito razonable, estoy orgullosa de agregar, pero no hay comparación con comer un almuerzo dominicano caliente, cocinado por mi suegra dominicana en su casa en el campo, debajo de la sombra de un frondoso árbol de mango, como hicimos el domingo.
La mazamorra (puré de auyama dominicano), aunque no tan popular como el mangú es también parte del desayuno tradicional dominicano. Es una excelente opción para los que observan una dieta baja en calorías. Te sugerimos servir con huevo pochado. Las instrucciones están en el video, aunque no en la receta.
Tía Ilana
Mazamorra, Receta y Video (Puré de Auyama)
Ingredientes
- 1.5 lb [0.9 kg] de auyama (calabaza) pelada y cortada en cubos
- 1 1/4 cucharaditas de sal , dividida
- 2 cucharadas de aceite de oliva , dividida
- 1 cebolla roja grande cortada en tiras o cubitos
- 1 cucharadita de vinagre de frutas
- 1/4 cucharaditas de pimienta
Elaboración paso a paso
- Cocinar la auyama: Hierve la auyama en agua a la que has agregado 1 cucharadita de sal. Cuando esté blanda retira del fuego y haz puré.
- Cocinar la cebolla: En una sartén calienta el aceite a fuego bajo. Agrega la cebolla y cuece removiendo hasta que se tornen translúcida. Agrega vinagre y el resto de la sal y pimienta.
- Servir: Sirve la mazamorra caliente acompañada de la cebolla. Puedes acompañar de huevo pochado (como en el video) y unas rebanadas de aguacate.
Buen día, hoy hice esta receta. Creo que me quedó bien, cuando mi madre la pruebe entonces les dire si estoy seguro que la hice bien. Usualmente hervimos las auyamas con todo y cáscara, pero hoy no y creo que sabe mejor. No sé si es saludable hervirla con todo… Read more »
Sí, definitivamente a mi madre le gustó, hasta vino a mi habitación a felicitarme, me dio un abrazo y un beso, creo que por la presentación que le hice a su desayuno y por el sabor.
me encanta.. 🙂 y tambien le echo un chin de mantequilla y queda rico.. 🙂