¿Pasa el hombre dominicano la prueba de la cocina, y como se comparan con los hombres de otros países? Mientras espero que lluevan las respuestas, déjame compartir mi experiencia.
He estado casada por más de una década con un hombre dominicano divino llamado Pedro. Es perfecto en casi todo, excepto que cuando decidí que era el hombre de mi vida me di cuenta, tristemente, que tenía una falta: El hombre no puede cocinar. En un mundo ideal mi marido sería un chef, no porque no me guste la cocina, sino porque se disfruta más entre dos, y preferiría no tener que cocinar a diario.
Pedro ha mostrado algo de iniciativa en la cocina, pero se ha restringido a los platos que no he podido dominar, como el mangú en el desayuno. Puesto que no soy una fanática de los desayunos pesados, ya sean los desayunos fritos ingleses, o los huevos rancheros mexicanos; hervir y majar víveres temprano en la mañana no es una actividad para la que me ofresco de voluntaria. Pedro, quien prefiere su mangú a mi tostada con "marmite", se ha visto forzado a entrar a la cocina para este propósito.
Tengo que explorar en mi memoria para tratar de recordar otro acierto culinario de Pedro, pero se me paran los pelos de punta de recordar la bien intencionada pero trágica aventura de preparar desayuno para un grupo grande de personas una mañana de Navidad... francamente nada más me viene a la mente. Por el lado positivo, creo que el hombre tiene potencial, y solo requiere un poco más de ánimo y persistencia que puedieran producir grandes resultados a largo plazo, pero me temo que es un proceso lento
Culpemos a la cultura machista, donde las mujeres hacen practicamente todo a sus maridos, y en casos extremos les prohiben hasta a los hijos a entrar a la cocina. No es esto único de la República Dominicana, o el resto de Latinoamérica. Es un fenómeno común en culturas occidentales, y ha sido el caso en su mayoría en Europa y EEUU hasta muy reciente. La diferencia es que en países del norte es común que los jóvenes se marchen de casa a temprana edad, y aprenden a cocinar por necesidad. En la R.D. y Latinoamérica la norma es que los hijos se marchen de casa al casarse. Afortunadamente esto está cambiando.
Conozco un par de excepciones a la regla, y no solo en las generaciones más jóvenes. Un caso extraordinario es un tío de Pedro, quien ha cocinado algunas de las comidas mas memorables a la que he sido invitada en el país.
Si tienes mi problema, tengo un consejo para tí: Hay hombres en todo el mundo que no saben cocinar, pero conozco pocos que sean fisicamente incapaces de asistir en la cocina, ya sea cortando vegetales o fregando platos. Que tengan ganas de hacerlo es otra cuestión...
Me interesa mucho oir tu opinión, así que ya que seas un hombre dominicano, o vivas con uno, cuéntanos tu experiencia personal.
Tía Ilana
Felicitaciones por el blog, les sigo no se ya desde cuando ,pero amo sus recetas y comentarios. Sobre este tema soy una afortunada a la "mala" como digo yo, pues mi esposo y padre de mis dos hijas, cuando nos casamos no sabia hervir ni un plátano y detesta los… Read more »
Este post me ha hecho mucha gracia, ya que siendo dominicana siempre le dije a mi madre que nunca me casaría o viviría con un hombre que no sepa cocinar. Tengo dos hermanos, uno mayor y uno menor. Ninguno de los dos sabe cocinar, aunque el menor se defiende un… Read more »
Actualmente en mi casa soy el que mejor cocina, fue muy bueno que en mi casa ese machismo nunca dominó, pues desde niño me enseñaron hacer todo en la casa, todo.
Y no tengo problemas en cocinar cualquier comida, limpiar, lavar, atender niños etc. ..