Cocinar el pollo: Calienta 1 cucharada de mantequilla a fuego medio-bajo.Cocina la cebolla removiéndola hasta que se vuelva translúcida (2-3 minutos). Incorpora el pollo y revuelve hasta que esté bien caliente.Sazona con pimienta y perejil. Reserva.
Cocinar la bechamel: Calienta el resto de la mantequilla a fuego medio-bajo hasta que se derrita. Añade la harina de una vez y batir enérgicamente hasta que se combine con la mantequilla. Cocina removiendo durante dos minutos.Añade la leche poco a poco sin dejar de batir. Una vez que se haya añadido toda la leche, sigue removiendo hasta que la salsa empiece a espesar. Sazona con sal al gusto.Cuando espese lo suficiente como para que empiece a levantarse del fondo de la olla, retira del fuego. Incorpora el pollo hasta que se combine con la bechamel. Revuelve hasta que se enfríe un poco.
Formar las croquetas: Hay dos maneras de darles forma: Puedes poner la mezcla en una manga pastelera. Forma lineas en una bandeja engrasada o en una bandeja forrada con un silpat, dales forma de corcho una a una enrollando con las manos.Cúbrelas con filme plástico y refrigéralas durante al menos 3 horas.
Empanizar: Saca de la nevera. Si has utilizado una manga pastelera, córtalas en croquetas de tamaño similar.Pasa las croquetas por los huevos y luego cúbrelas con pan rallado. Tapa y congela durante 3 horas, o refrigera toda la noche.
Freír: Calienta el aceite a fuego alto (190 ºC [375 ºF]) en una cacerola pequeña (debe haber suficiente profundidad para cubrir las croquetas).Saca las croquetas del congelador y fríelas inmediatamente de dos en dos hasta que se doren.Reposa sobre una toalla de papel para escurrir el exceso de aceite antes de servir.
Servir: Es mejor servirlas recién fritas, pero se pueden servir en una hora a temperatura ambiente.
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Notas
Hay muchas recetas para croquetas, aquí te presentamos la versión más común puedes preparar otras variedades utilizando esta receta básica. Substituye el pollo por queso, tuna o jamón de acuerdo a tu gusto.Puedes hacer pan rallado casero pulverizando pan de un día en el procesador de alimentos, o rallando pan seco. El panko da una textura y un color más uniforme a las croquetas.