Retira toda la membrana que rodea el hígado y retira los restos de tubos, arterias, etc. Corta el hígado en rodajas de ¼ pulgada [0.5 cm]. Seca la superficie con una toalla de papel.
2. Remojar el hígado
Marinarlo el hígado en leche por un mínimo de 30 minutos o hasta 12 horas.Sazónalo con 1 cucharadita de sal y pimienta.
3. Dorar el hígado
Calienta una sartén grande a fuego fuerte hasta que esté caliente.Calienta una cucharada de aceite vegetal y dora el hígado hasta que esté bien dorado, durante 1.5 minutos aproximadamente. Si el hígado no se despega de la sartén, aún no está listo para darse la vuelta. Dale un par de segundos.Dale la vuelta a cada trozo y dóralo durante un minuto más. En este momento, puedes comprobar que la temperatura interna está entre 62 °C y 65 °C [145 °F y 150 °F]. Terminará de cocinarse cuando lo saltees con la cebolla. Dependiendo del tamaño de tu sartén, puede que tengas que hacerlo en una o dos tandas.Retíralo de la sartén, colócalo en un plato y resérvalo.
4. Cocinar cebolla
En la misma sartén a fuego medio-alto, pon la otra cucharada de aceite, derrite la mantequilla y añade la cebolla y el pimiento. Sazona con el resto de la sal y la pimienta. Cuece y remueve las cebollas hasta que estén translúcidas y tiernas.Añade el hígado. Vuelve a poner el hígado reservado en la sartén y saltéalo con la cebolla durante un minuto.
5. Servir
Pruébalo y añade sal y pimienta al gusto si es necesario. Retíralo del fuego.Sírvelo inmediatamente.
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Notas
El truco para cocinar el hígado es cocerlo lo mínimo necesario, mientras más se cuece más duro y "chicloso" se pone.Para los que siguen una dieta baja en carbohidratos, olvida la sugerencia de servir con arroz o papas y escoge alguna opción baja en carbohidratos, como los vegetales a la plancha.